En 1867, el gobierno paraguayo apoyó el lanzamiento de El Centinela, que era un periódico de guerra. La idea detrás del mismo era informar a toda la población paraguaya sobre las heroicas acciones de nuestro Ejército, y también sobre las fechorías de los invasores Aliados.

El Centinela, rápidamente, se convirtió en nuestra voz. Estaba a cargo de un pequeño grupo selecto por el Mariscal López, y publicaron en castellano y guaraní, como es debido. El único responsable del periódico era un supuesto soldado de nombre “Mateo”, que se autodenominaba “El centinela Mateo”. Hablaba para toda esa gente que necesitaba saber que no estaba sola, y hablaba con la intención de llevar esperanza a todo el Paraguay. Como nosotros.
Hoy vuelve aquí la voz del centinela Mateo, que es la voz del paraguayo en peligro de desaparecer. Ya no por obra de una Triple Alianza que viene a exterminarnos, sino de autoridades que nos dejan morir para llenarse el bolsillo y poder comprarse cadenas de oro, camionetas y sexo. Mientras nosotros, la gente, ¡SU GENTE!, andamos por el barro, mendigando una ayuda para sobrevivir apenas.
Yo soy su corresponsal en esta, que posiblemente es la peor de nuestras guerras: La guerra contra los criminales que están en el poder. En este espacio vamos a exponer a todos, pero ojo: siempre, como nuestra herencia realmente paraguaya nos obliga, manteniendo el honor de hablar únicamente con la verdad.
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